Fire.


Originalmente escrito el 04 de agosto de 2011 durante horas de trabajo. Aplausos.

Ya lo sé, no he escrito. Lo siento, murió mi computadora y bueno, yo diría que ya conocen a la abuela. Mala ella. Ah, a veces ya no entiendo ni porqué me disculpo, a estas alturas dudo que haya alguien del otro lado del monitor, aunque no importe porque escribo por que me gusta y en sí, a eso es a lo que iba hoy.

Pasión.
Y no hablo de pasión sexual, aunque nunca mal haga, sino de esas ganas incontenibles de no-puedo-para-de-hablar-de-ello, no-puedo-esperar-a-despertar-para-empezar, que excita, que enciende y que anima hacer las cosas con una sonrisa o sin conseguir nada a cambio salvo la mera satisfacción de hacerlo. Desde que entré a trabajar encontré una pasión por ello, por eso voy a hacer más horas de las que necesitaba para liberar mi diploma de auxiliar contable. Me va bien allí y mis jefes están contentos, si me llego a acostumbrar a esto y a la escuela probablemente consiga trabajo fijo aquí mismo y entonces sí, seguramente la quincena refuerce ese gusto por el trabajo. En fin, eso es otro asunto.

Leyendo aquí y allá he descubierto que no todas las personas sienten esa pasión por hacer las cosas, y a decir verdad no me sorprende, cuántas personas no habremos escuchado quejarse por esto y por lo otro, de sus trabajos o de lo que sea. O gente que vive aburrida 24/7.
Si conocen a alguien así tomen mi consejo y corran por sus vidas, o por la vida de sus sueños por cumplir. Créanme, yo sé lo que digo. Uno tiene que aprender a alejarse de personas así —Anton Lavey les llama “vampiros psicológicos”— y a su vez de rodearse de personas apasionadas.

A mi me agrada la gente con pasión porque son siempre esas personas las que son interesantes; siempre están haciendo algo nuevo, aprendes mucho de ellas tanto como de conocimiento intelectual como de su estilo de vida y sin excepción son muy alegres y divertidas. Tienen visión. Inspiran.
E inspiran por la sola razón de que siempre están poniéndose a prueba y encarando sus miedos. No les voy a mentir, yo odio cómo suena eso, pero la sola idea de poder superar algunos de ellos suena lo bastante bien como para cuando menos intentarlo, de vez en cuando.

Además, con este tipo de personas nunca, jamás, puede uno sentirse incómodo hablando de sus logros. Los aplauden en vez de envidiarlos, incluso los comparten contigo a la vez que los suyos. La experiencia es maravillosa ¿A quién le gustan los envidiosas que te ven con cara de bien por ti, a mi no me importa? Sencillo: A nadie.

Lo malo de la pasión (si es que tiene puntos malos) es que a veces —es decir, casi siempre— hay que luchar por lo que te apasiona y eso no siempre es agradable. Se los mencioné cuando sucedió, pero yo encontré mi pasión por las Relaciones Internacionales, y ahora que estoy a un año de entrar a la universidad me doy cuenta de que va a ser algo que me cueste batallas.
Por ejemplo, a pesar de que mi madre me deja estudiar lo que se me ocurra, tiene cierta reticencia con la carrera, y bueno, es que sabe que ya sea durante o después de la carrera, pero voy a tener que viajar. Y digo tener con cursivas porque no es como si no fuera precisamente lo que quiero, tengo un deseo enorme de conocer tantos lugares que me va a faltar vida (o dinero, jaja). El punto es que me ha dicho que la quiero abandonar y las recriminaciones, amables o no, siempre van a estar destinadas a hacerte desistir de lo que quieres.

Con la pena mamá, pero voy a perseguir mis sueños.

Eso también es condición fija de quien es apasionado, siempre tienen cosas en su pasado que son interesantes por el simple hecho de haber tomado decisiones difíciles pero que estaban destinadas a cumplir sus objetivos.

La vida se vive mejor con pasión, y qué mejor que brillar por las ganas de vivir y de enfrentar las cosas como vienen y hacer de ellas un gran experimento. Lo que te apasiona hoy puede parecer estúpido mañana (a mi me pasa, si leo entradas muy antiguas del blog), pero nadie te quita lo bailado, oh no.



Ah, el lunes vuelvo a la prepa y estoy emocionada, ya extrañaba a las locas (:
Espero volver a escribir antes de que regrese la jefa de vacaciones P: